Creada por SpaceX, la empresa de Elon Musk, empresario y CEO de Tesla, entre otras compañías de tecnología, Starlink es un servicio de internet que funciona a través de cerca de 12.000 satélites en el espacio.
El servicio de Internet de Starlink fue creado con tecnologías que buscan reducir los costes para los clientes y ofrecer una mayor amplitud en la prestación del servicio, y obtuvo la autorización para el lanzamiento de satélites en 2018.
El principal objetivo de Starlink es ofrecer una Internet más rápida a la que se pueda acceder desde cualquier parte del mundo.
Se ha convertido en una buena alternativa para las ciudades del interior y las zonas rurales, ya que no necesita cables e infraestructuras adicionales para funcionar, además de los equipos (módem y antena) que ofrecen los operadores.
Hasta ahora, 32 países tienen acceso a Starlink, entre ellos Estados Unidos, Portugal, España, Filipinas, Francia y Brasil.
La conexión a Internet vía satélite funciona a partir de un satélite que permanece en el espacio y hace de puente entre el servidor del operador y el cliente, recibiendo datos de las antenas parabólicas y retransmitiendo estos datos a otras antenas.
A diferencia de las conexiones por cable o fibra óptica, Internet por satélite necesita algunos equipos adicionales para funcionar, siendo estos:
Actualmente, la conexión de este tipo de tecnología es de alta velocidad. Sin embargo, es una conexión inestable en comparación con otros tipos de Internet, porque puede sufrir fácilmente interferencias en el aire.
Starlink Internet es aún más rápido que otras opciones de Internet por satélite, ya que no utiliza los clásicos satélites geoestacionarios, que funcionan a más de 35.000 kilómetros de altitud.
Los satélites de Starlink operan a una altitud de sólo 550 kilómetros, lo que disminuye el recorrido de la señal entre una antena y otra, a través de un satélite.
En comparación con Internet por cable o fibra óptica, Internet por satélite es más barato ya que la velocidad es la misma independientemente de la región, contrariamente a las otras opciones que ofrecen una velocidad reducida en las zonas rurales, cobrando el mismo precio que en las regiones urbanas, donde Internet es más rápida.
Internet por satélite puede utilizarse desde cualquier parte del mundo, ya que sólo depende del módem y la antena parabólica para funcionar.
Internet por satélite es fácil de instalar, ya que sólo depende del módem y de la antena parabólica. No es necesario utilizar cables, salvo el que conecta la antena con el módem, que es muy simple.
Las opciones de Internet que requieren una estructura física para funcionar, en casos de catástrofes naturales, pueden tardar días o incluso semanas en recuperar la estructura y volver a tener acceso a Internet. Con Internet por satélite, no existe ese problema.
Starlink tiene un número fijo de satélites en localidades específicas, y todos los usuarios de esa localidad comparten la misma banda ancha. De este modo, en las regiones urbanas, donde hay un mayor número de usuarios, la velocidad de Internet se reparte entre un mayor número de personas, a diferencia de las regiones rurales, donde hay un menor número de usuarios.
Como se ha mencionado, para el funcionamiento de Starlink se requiere la instalación de una antena parabólica, lo que puede ser imposible para algunos usuarios en casos como los que viven en condominios o rascacielos, o viven en una propiedad alquilada y no pueden obtener la autorización para la instalación.
Para el buen funcionamiento de Internet por satélite es necesario un tiempo despejado, sin interrupciones como la lluvia o las tormentas eléctricas, que pueden ser poco frecuentes en algunos lugares.
Aunque uno de sus objetivos es abaratar la Internet eficiente, Starlink sigue siendo una tecnología muy nueva y, por tanto, cara en comparación con las tecnologías utilizadas por otros operadores de Internet.